Científicos en Gran Bretaña y Estados Unidos dicen que han diseñado una enzima que se alimenta de plástico y que en el futuro podría ayudar en la lucha contra la contaminación.
La enzima es capaz de digerir tereftalato de polietileno, o PET, una forma de plástico patentado en la década de 1940 y ahora se usa en millones de toneladas de botellas de plástico. Los plásticos PET pueden persistir durante cientos de años en el medio ambiente y actualmente contaminan grandes áreas de tierra y mar en todo el mundo.
Investigadores de la Universidad británica de Portsmouth y del Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de EE. UU. Hicieron el descubrimiento mientras examinaban la estructura de una enzima natural que se cree que evolucionó en un centro de reciclaje de residuos en Japón.
Al descubrir que esta enzima estaba ayudando a una bacteria a descomponer o digerir el plástico PET, los investigadores decidieron "ajustar" su estructura mediante la adición de algunos aminoácidos, dijo John McGeehan, profesor en Portsmouth y codirector del trabajo.
Esto condujo a un cambio fortuito en las acciones de la enzima, lo que permitió que sus habilidades de comer plástico funcionaran más rápido.
"Hicimos una versión mejorada de la enzima mejor que la natural", dijo McGeehan a Reuters en una entrevista. "Eso es realmente emocionante porque eso significa que hay potencial para optimizar la enzima aún más".
El equipo, cuyo hallazgo fue publicado el lunes en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, ahora está trabajando en mejorar aún más la enzima para ver si pueden hacerlo capaz de descomponer los plásticos PET a escala industrial.
"Está dentro de la posibilidad de que en los próximos años veamos un proceso industrialmente viable para convertir el PET, y potencialmente otros (plásticos), en sus bloques de construcción originales para que puedan ser reciclados de forma sostenible", dijo McGeehan.
"Potencial fuerte"
Científicos independientes que no participaron directamente en la investigación dijeron que era emocionante, pero advirtieron que el desarrollo de la enzima como una posible solución para la contaminación todavía estaba en una etapa temprana.
"Las enzimas son no tóxicas, biodegradables y pueden ser producidas en grandes cantidades por los microorganismos", dijo Oliver Jones, un experto en química de la Universidad de Melbourne. "Existe un gran potencial para utilizar la tecnología de enzimas para ayudar con el creciente problema de residuos de la sociedad mediante la descomposición de algunos de los plásticos más comúnmente utilizados".
Douglas Kell, profesor de ciencias bioanalíticas en la Universidad de Manchester, dijo que se debería esperar más rondas de trabajo para "mejorar aún más la enzima".
"En total, este avance acerca significativamente el objetivo de los polímeros reciclables de forma sostenible", agregó.
(Reporte de Kate Kelland y Stuart McDill Edición de Gareth Jones)