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Ningún cable de telecomunicaciones submarino puede estar protegido todo el tiempo.
En respuesta al más reciente y sospechoso corte de cables de telecomunicaciones en el Báltico, el Centro de Investigación y Experimentación Marítima de la OTAN en Italia lanzó un software que combinará datos privados y militares junto con información de hidrófonos, radares, satélites, sistemas de identificación automática de buques y fibras de detección acústica distribuidas que se utilizan para localizar cortes en los cables.
Toda esta tecnología está orientada a determinar la causa del daño después de que se haya producido.
A nivel mundial, alrededor de 150 cables se dañan cada año, la mayoría por intervenciones humanas accidentales como anclas arrastradas, pero alrededor del 25% son resultado de causas naturales como corrientes oceánicas y tormentas.
El cambio climático podría afectar algunos de estos procesos. El aumento de la frecuencia y la gravedad de los ciclones, por ejemplo, y sus trayectorias cambiantes podrían cambiar los lugares que corren riesgo de sufrir perturbaciones en el fondo marino a causa de las olas de las tormentas.
Las causas naturales pueden ser tan difíciles de predecir como las geopolíticas, pero un grupo de investigadores del Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido acaba de publicar su investigación sobre lo que podría ayudar.
Su análisis de más de 50 años de registros indica que los daños causados por causas naturales rara vez están vinculados a un único evento, sino que provienen de una cascada de causas, como tormentas y corrientes del fondo marino, que pueden durar años. Estos peligros son los que tienen más probabilidades de cambiar en frecuencia y magnitud en respuesta al cambio climático, pero también son más predecibles. Incluso si los eventos individuales son difíciles de predecir, se pueden identificar lugares de mayor riesgo.
Aún se necesitan mejores modelos de predicción climática, así como más datos batimétricos y de mayor resolución (hasta la fecha, solo se ha cartografiado alrededor del 25% del fondo marino a nivel mundial). Los estudios repetidos del fondo marino, junto con el monitoreo directo, podrían brindar más información.
Estos datos y modelos adicionales podrían proporcionar una mejor comprensión de los procesos del fondo marino e identificar peligros potenciales como evidencia de un comportamiento de flujo anterior.
Estos avances científicos no ayudarán a prevenir el comportamiento humano sospechoso, aunque también podría verse como el resultado de una cascada de causas.
(El estudio sobre las causas naturales de los daños en los cables de telecomunicaciones fue publicado en Earth-Science Reviews por investigadores del Centro Oceanográfico Nacional, National Grid, la Universidad Victoria de Wellington, la Universidad de Durham, Ocean-IQ y Tonga Cable Limited.)