Krill bailando

Wendy Laursen7 febrero 2025

Perseguir, explorar, abrazar, flexionar, empujar. Probablemente sea demasiada información, pero así es como se aparean los krill.

El comportamiento fue grabado con una cámara de aguas profundas a 500 metros bajo la superficie del Océano Austral en 2011 por investigadores de la División Antártica Australiana, quienes luego hicieron una ilustración animada de esta “danza” especial.

El krill puede cambiar de adulto a juvenil y puede sobrevivir más de 200 días de inanición, reduciendo su tamaño al usar sus propias proteínas corporales en lugar de mudar su exoesqueleto.

Son conocidos por ser una importante fuente de alimento para ballenas, focas y pingüinos y por ayudar a secuestrar carbono en las profundidades de las aguas oceánicas mientras sus exoesqueletos y excrementos se hunden hasta el fondo marino.

Están en riesgo por la sobrepesca, el cambio climático y la acidificación de los océanos, y esta semana investigadores de la Universidad de Strathclyde, WWF y el British Antarctic Survey anunciaron un nuevo proyecto para monitorear su población desde el espacio.

La capacidad de hacer esto fue facilitada recientemente por la identificación de la señal asociada con el pigmento que vuelve rojo al krill.

Se estima que podría haber hasta 500 millones de toneladas de krill nadando (y apareándose) en el océano Austral. Se trata de una biomasa similar a la de todo el ganado o de todos los seres humanos de la Tierra.

Por lo tanto, su potencial para secuestrar carbono es sustancial, pero no tanto como se creía anteriormente después de que un estudio publicado el mes pasado indicara que un porcentaje mayor de sus excrementos podría degradarse antes de llegar al lecho marino.

Los investigadores de la División Antártica Australiana utilizaron un módulo de aterrizaje en el fondo marino para monitorear los patrones diarios de migración del krill mediante una cámara de video y una ecosonda orientada hacia arriba. Descubrieron que la migración vertical del krill es más pronunciada en invierno, cuando hay menos carbono para exportar. También descubrieron que no más del 25% de la población de krill migraba a lo largo del año y que las cifras variaban según la estación.

Según los investigadores, esto significa que la eficiencia de la exportación de carbono podría estar sobreestimada en un 200%. No obstante, admiten que otros factores, como la muda y la mortalidad, hacen necesaria una mayor observación y estudios ecológicos y biogeoquímicos durante todo el año para comprender mejor la situación.

Esta semana, Marine Technology News informó sobre un desarrollo diseñado para ayudar en la investigación científica submarina a largo plazo. SubC Imaging anunció su sistema de cámara time-lapse autónomo mejorado que también cuenta con un modo de hibernación que conserva la energía de la batería, lo que permite meses o incluso años de funcionamiento continuo.

El sistema de cámara se puede integrar con configuraciones como cuadros desplegables, módulos de aterrizaje, sistemas de video submarino remotos con carnada y AUV, lo que lo hace adecuado para descubrir más de la ecología submarina de la naturaleza y tal vez más de sus "bailes".