Chipre respalda el multimillonario 'Gran Interconector Marítimo', un enlace eléctrico submarino

17 septiembre 2024
(Foto de archivo: Nexans)
(Foto de archivo: Nexans)

Chipre apoyará un cable de transmisión eléctrica valorado en miles de millones de euros que conectará las redes eléctricas de Europa con Oriente Medio, dijo el martes una fuente cercana al asunto.

El llamado Gran Interconector Marítimo (GSI) pretende unir las redes de transmisión de Grecia a través de Creta, Chipre y, en última instancia, Israel, en un proyecto que costará 2.400 millones de euros (2.700 millones de dólares). En cuanto a Chipre, el cable se estima en 1.900 millones de euros.

El gobierno decidió apoyar el proyecto en una reunión de gabinete celebrada el martes, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato. El nivel de participación de Chipre no estaba claro y la fuente dijo que eso se decidiría más adelante.

George Papanastasiou, ministro de Energía de Chipre, tenía previsto hacer declaraciones más tarde el martes, según un anuncio de la presidencia de Chipre.

Una vez finalizado, será el interconector de corriente continua de alta tensión (HVDC) más largo del mundo (1.240 km) y más profundo (3.000 metros). La Unión Europea ha manifestado su disposición a financiar parte del proyecto, que, por el momento, está previsto que esté terminado en torno a 2030.

El ambicioso proyecto aborda un complejo mosaico de reclamaciones de jurisdicción superpuestas entre Grecia, Chipre y su rival regional, Turquía, en el Mediterráneo.

Chipre había pedido claridad sobre cuánto pagaría por el proyecto y qué sucedería si surgían "riesgos geopolíticos" (la posible oposición de Turquía), que provocarían retrasos y posibles costos adicionales.

"Estamos hablando de aguas internacionales, por lo que en este sentido los países pueden tender tuberías y cables, etc.", dijo Harry Tzimitras, académico y director del Centro PRIO de Chipre, que ha investigado ampliamente sobre el tema.

"Pero hay ciertas áreas que Turquía reclama como su propia plataforma continental y, siendo ese el caso, el argumento de Turquía es que se requiere el consentimiento previo", dijo.

Aunque esa afirmación -de consentimiento previo- sería "difícil de sostener en el orden jurídico internacional", Turquía no estaba siguiendo esa vía, dijo Tzimitras.

"En mi opinión, los países involucrados a menudo se centran menos en los procesos legales; todo parece reducirse a medidas políticas y a posturas de poder militar", dijo Tzimitras.

Turquía había enviado activos navales en junio para vigilar a un barco que realizaba trabajos de investigación relacionados con cables cerca de una isla griega, y en ocasiones ha obstruido a barcos encargados de estudios de gas en alta mar en Chipre.


(Reuters - Reporte de Michele Kambas; editado por Sonali Paul/Keith Weir)