Laboratorio Marino de Plymouth: Un estudio demuestra los beneficios de la gestión de la contaminación plástica a través del país

13 marzo 2025
Un nuevo estudio demuestra que la colaboración internacional para combatir la contaminación marina por plástico podría generar importantes beneficios económicos y ambientales. Crédito: Plymouth Marine Labs
Un nuevo estudio demuestra que la colaboración internacional para combatir la contaminación marina por plástico podría generar importantes beneficios económicos y ambientales. Crédito: Plymouth Marine Labs

Un nuevo estudio muestra que la colaboración entre países para abordar la contaminación plástica marina produce importantes beneficios económicos y ambientales, de hasta 36 mil millones de dólares con una reducción del 64 % en el plástico emitido para los países que bordean el Atlántico Norte.

El estudio se centra específicamente en los macroplásticos flotantes (de más de 0,5 cm) que entran al medio marino a través de los ríos. Se estima que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas métricas de plástico llegan a los océanos cada año, lo que amenaza los ecosistemas marinos y la biodiversidad mundial.

Utilizando datos sobre el plástico emitido por los ríos y modelos de la circulación oceánica y atmosférica, los autores simularon el movimiento y la distribución espacial del plástico en el Atlántico Norte y sus alrededores. Estas simulaciones se emplearon para estimar la contribución de cada país a las reservas de plástico en las aguas territoriales de todos los demás países.

Luego, el equipo combinó los resultados del modelado oceánico con la valoración económica y el análisis de teoría de juegos para evaluar los beneficios de la cooperación entre 16 naciones del Atlántico Norte, incluidos el Reino Unido, los EE. UU., Canadá, México, Marruecos, Haití, la República Dominicana y varios países de Europa occidental.

a) Mapa que muestra los países incluidos en el estudio; la extensión de sus respectivas zonas económicas exclusivas (ZEE); sus emisiones fluviales; y las principales corrientes oceánicas que influyen en la dinámica de transferencia de plástico oceánico superficial en la región. b) Mapa que muestra la concentración media anual modelada de masa de macroplástico oceánico superficial en el Atlántico Norte en el año 2014. c) La media anual de plástico oceánico superficial dentro de cada ZEE que se exporta por día a la ZEE de un país vecino o a otras aguas en el año 2014. d) La media anual de existencias de plástico oceánico superficial dentro de la ZEE de cada país en el año 2014, con colores que indican el país de origen del plástico. Crédito: Plymouth Marine Lab


El estudio también demostró que, si bien la cooperación generaría beneficios generales sustanciales, estos se distribuirían de forma desigual. Algunos países podrían incluso experimentar pérdidas económicas netas sin mecanismos de compensación adicionales. Estas se deben a las diferencias en i) la cantidad de basura plástica que ingresa al medio marino desde cada país, ii) el transporte neto de basura entre países, y iii) la capacidad de cada país para contribuir a la reducción de los niveles de plástico en el medio marino.

Al examinar el impacto de diferentes restricciones políticas, se concluyó que la restricción menos perjudicial en términos tanto de reducción general de la contaminación macroplástica como de beneficios económicos netos es la de garantizar que a ningún país se le permita aumentar sus emisiones de referencia.

Según los datos de emisiones utilizados en el estudio, el Reino Unido es un emisor relativamente grande de plástico en comparación con otros países europeos. El estudio reveló que el plástico emitido por el Reino Unido se transporta hacia y a través de las aguas de los países ribereños del Mar del Norte. Parte de este plástico finalmente se transporta hacia el Ártico.

“La naturaleza interconectada del entorno marino sugiere que las acciones coordinadas de los países que comparten una frontera oceánica pueden proporcionar un control de la contaminación más eficaz que las acciones unilaterales de cualquier país”, afirmó la coautora, la profesora Nicola Beaumont, jefa del grupo de Ciencia para el Mar y la Sociedad en el Laboratorio Marino de Plymouth y líder del pilar de Sociedad y Regulación del Centro de Microplásticos del Atlántico Norte (NAMC).

Hasta donde saben los autores, esta investigación es la primera en combinar modelos oceánicos y económicos para establecer los beneficios de la gestión coordinada de la contaminación plástica en varias naciones que comparten una frontera oceánica.

La nueva investigación fue un esfuerzo colaborativo entre oceanógrafos y científicos sociales del Laboratorio Marino de Plymouth y economistas de la Universidad de Aberdeen, la Universidad de Glasgow, la Escuela de Economía de Berlín en Alemania y la Universidad Clark en los Estados Unidos.