Saildrone y Meta completan el primer estudio autónomo y no tripulado de rutas de cables en aguas profundas en el Atlántico Norte

3 junio 2025
© Saildrone
© Saildrone

En una misión de demostración pionera, Saildrone, en colaboración con Meta, completó con éxito un estudio de la ruta de un cable en aguas profundas del Atlántico Norte utilizando el Saildrone Surveyor, un vehículo de superficie no tripulado (USV) de 20 metros. Este proyecto representa un hito en la evolución de la tecnología de estudios oceánicos, demostrando que las plataformas autónomas pueden ofrecer una calidad de datos y un rendimiento comparables a los de los buques de estudio tripulados tradicionales, a la vez que reducen drásticamente el riesgo y los costos.

Durante el estudio de 26 días, realizado entre junio y julio de 2024, el Saildrone Surveyor cartografió más de 4500 km de fondo marino, incluyendo topografías complejas y condiciones adversas, sin necesidad de escala ni asistencia externa. Operando en modo vela y vela motorizada, y equipado con un sonar multihaz Kongsberg EM304 MKII, el Surveyor logró una cobertura de barrido de hasta 10 km en profundidades de hasta 5500 metros.

La demostración se centró en la recopilación de datos batimétricos a lo largo de la ruta establecida del cable Anjana y la ruta Aurora, recientemente estudiada, para comparar directamente el rendimiento del Saildrone Surveyor con el de las embarcaciones de investigación tripuladas tradicionales. Las métricas operativas clave (fidelidad de ruta, mantenimiento de la línea, transmisión de datos y precisión de profundidad) cumplieron o superaron las expectativas en todos los ámbitos.

Utilizando el Portal de Misiones de Saildrone y la conectividad satelital de alto ancho de banda en tiempo real, los topógrafos hidrográficos y pilotos de Saildrone monitorearon el rendimiento del vehículo y lo reasignaron dinámicamente para investigar características de interés, como montes submarinos y cañones, cruciales para la optimización de rutas. Anteriormente limitada a embarcaciones tripuladas, esta capacidad abre la puerta a operaciones de levantamiento más ágiles, ágiles y distribuidas.

Un objetivo fundamental de la misión fue minimizar los riesgos de salud, seguridad y medio ambiente (HSE) asociados a las operaciones en alta mar, lo que demostró importantes beneficios en la calidad de vida de los hidrografistas, ingenieros de rutas de cables y representantes de clientes, quienes ahora pueden realizar su trabajo de forma remota desde sus oficinas en tierra o en casa, reduciendo así el tiempo que pasan lejos de sus familias y minimizando el estrés físico y mental asociado a las operaciones en alta mar. Además, la misión evitó aproximadamente 243 toneladas de emisiones de CO₂, más de 50 veces menos que un buque convencional, lo que destaca las ventajas de sostenibilidad de los sistemas sin tripulación.

Esta demostración allana el camino para una adopción más amplia de USV en telecomunicaciones submarinas, energía marina y programas hidrográficos nacionales. Los desarrollos futuros se centrarán en ampliar el alcance operativo, mejorar la resiliencia climática e integrar nuevas tecnologías como la navegación basada en IA y los batitermógrafos desechables.

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